domingo, 7 de abril de 2013

Recién llegue de Querétaro...

Recién llegue de Querétaro
y llueve en la capital.

Uno no sabe la razón de las cosas 
sólo intuye los porque, eso pienso.

Fui a Querétaro a ver a unos amigos,
a saber de ellos, a abrazarlos,
a escucharlos. 
Ahora se que se encuentran bien,
y que a pesar de las "circunstancias difíciles"
que puedan tener, están juntos apoyándose.

Al medio día salimos a caminar al centro
y de repente, nos encontramos con una señora
vestida de una manera no muy común.

Ella vestía un atuendo de payasita
Nos pregunto si podía contarnos 
lo que estaba viviendo ahora en su taller.
Claro que accedimos a escucharla con atención
y en un instante, nos atrapo.
Nos explico cual era la dinámica
de este taller y consistía en lo siguiente:

Platicaba con personas
y esas personas le entregaban algo
que significara mucho para ellas,
luego la payasita platicaba con otras personas 
y ella entregaba eso que le habían dado
las primeras personas con las que platico
y recibía algo a cambio de las
de las personas con las que ahora platicaba.
Y así continuaba la cadena...
hasta que por casualidad, destino, magia, 
nos encontramos con ella.


La payasita tenía un dolar en la mano.
Ese dolar era de una persona
que lo había guardado 
como un símbolo de suerte para su negocio.
Uno podría decir, es un dolar, eso no te dará suerte.
Pero cada quien tiene su pensamiento,
su vibra y su sentir. 
Y no podemos juzgar eso.

Ese dolar ahora lo tenemos mis amigos y yo.
No diré que entregamos nosotros por respeto a mis amigos.
Pero lo que si entregamos todos fue un compromiso.
El compromiso fue contagiar 
a otras personas para hacer de este un mejor mundo,
un mejor México.
No es fácil, porque hay personas tan pesimistas
que cree que mejorar México no depende de uno.
Pero también hay personas que 
luchan día a día por contagiar ese México
que todos queremos, pero por el cual 
no todos luchamos.

Esta payasita, 
nos hizo comprometernos 
a limpiar heridas que tenemos,
que van a ser difíciles sanar,
pero que tarde o temprano
van a cicatrizar.
Sentimientos que duelen 
hasta lo más profundo,
que raspan el corazón
de una manera que no conocías, 
porque nunca habías amado así.

No sabemos cuando pase 
cualquier tipo de sufrimiento,
pero una cosa te aseguro,
algún día estarás bien.
No se cuando, 
pero algún día lo estarás.

Yo estoy comprometido
con cada uno de ustedes
que me leen, con la vida,
con Dios.

Se que si cada uno de nosotros
nos levantamos mirando al cielo,
sonriendo y siendo positivos 
ante lo malo también,
tenemos un paso ganado
para contagiar felicidad.

Agradezco a mi amigos 
que nos recibieron con los brazos abiertos.

Anale, Lalo, Toño, Rivas y Carlos(Chino) 
gracias por su hospitalidad.

Gracias a ese ciego cantor que 
le daba alegria al centro de Querétaro.

Gracias a esos señores 
que formaron un camino de monedas
para ayudar a alguien más.

Gracias a mis amigos de viaje 
por compartir estos momentos.

Gracias a la payasita 
que nos hizo sentir, comprometernos 
con nosotros mismos, llorar y reír.

Recién llegue de Querétaro
y llueve en la capital.

Uno no sabe la razón de las cosas 
sólo intuye los porque, eso pienso.




2 comentarios:

  1. hermoso melo, aqui tienen su casa me dio mucho gusto en verte :)nos estamos viendo

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  2. Gracias Anale. Un gusto verlos, los quiero. Acá también tienen su casa, aunque no tenga :).

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